martes, 25 de noviembre de 2014

El columpio.


Mi amiga y yo subimos al columpio y empezamos a mover las piernas; estiramos, flexionamos, estiramos, flexionamos. Ya nos movemos, el aire nos alarga la boca en una amplia sonrisa, me giro y la veo feliz, con los ojos cerrados y el pelo revuelto que viene y va tapándole la cara por momentos. Ahora estamos balanceándonos en este columpio oxidado y miramos al cielo y al suelo, al cielo y al suelo, al cielo y al suelo y nos sentimos tan bien juntas en este sube y baja que no importa si nos toca estar arriba mirando el cielo o abajo mirando el suelo. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Qué sé yo.


Leía con ansia todo lo relacionado con el ser humano hasta que un día se miró espantado al descubrir que no había nada escrito sobre él.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Margaritas hasta que me quiera.

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere.

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere.

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Fin de la infancia.


Ya eres una mujer, me dijo mamá.
Corrí ilusionada a mirarme en el espejo y me asusté al ver una niña tan asustada.